miércoles, 17 de octubre de 2012

Práctica 4


Según Wikipedia “En publicidad se denomina creativo a las personas que idean o aportan ideas para una campaña publicitaria”. Esta es la definición que más me gusta a la hora de elegir una profesión para mi futuro. Me apasiona el mundo de la creatividad y las ideas. Disfruto participando tanto en un brainstorming, como en la elaboración de un proyecto desde cero, pasando por pensar la mejor manera de publicitar un producto, etc. Pero, no siempre es así, ya que también suele conocerse como director creativo al encargado de la parte gráfica (también conocidos como director de arte o diseñador gráfico) y, aunque me apasiona el diseño, y quizás entré en esta carrera porque desde pequeño me ha encantado dibujar y siempre he querido hacerlo desde un ordenador, es algo con lo que pretendo complementar mi trabajo o simplemente llevar como un hobbie, pero no como un trabajo.

Un creativo publicitario al que admiro mucho (siempre dentro del ámbito de la publicidad y no del televisivo) es Risto Mejide, quien ha trabajado en destacadas agencias españolas como Bassat Ogilvy & Mather, Saatchi & Saatchi, Euro RSCG o *S,C,P,F.

Por esto, surge en mi cabeza otra profesión, el copywriter. Es decir, “el redactor publicitario. En muchos casos la tarea del copy va más allá del texto publicitario y es quien desarrolla la idea o el concepto que acabarán convirtiéndose en la pieza creativa publicitaria”. Me encanta la elaboración de textos, slogan, claims y demás textos publicitarios. El único fallo es que me gusta tanto la parte gráfica, que me sentiría a medias si la dejara completamente de lado. Por eso, solo podría ser copywriter si, como decía en la definición anterior, mi trabajo fuera más allá del texto y pudiera desarrollar ideas y conceptos que acabasen conviertiendose en la pieza publicitaria.

Algunos de los copywriters, entre otras cosas, más grandes del mundo son David Ogilvy, es uno de los hombres más famosos de la publicidad ya que gracias a él y unos pocos más se empezó a forjar este negocio después de los años 20. O Luis Bassat, publicista catalán cuya agencia paso a llamarse Bassat Ogilvy tras ser participada por Ogilvy & Mather, éste fue galardonado en el año 2000 como el mejor publicitas español del siglo XX. Pero, que os voy yo a contar de estos dos monstruos de la publicidad, que no hayáis leído mil y una vez en los apuntes de más de una asignatura durante los 4 años de carrera que llevamos.



Otras profesiones que podría barajar para un futuro son imagen corporativa o branding y community manager, o como yo y varias personas del mundo de la publicidad preferimos llamarlo, director de social media. En la primera, considero que podría aunar todas estas “cualidades” que busco en una profesión, creatividad, diseño, redacción, redes sociales. Además, el mundo de las marca, la empresa me apasiona. Por otro lado, Community manager es una profesión actual, del momento. Esto significa muchas cosas, por ejemplo, que si algún día decidiera dedicarme a ello, y fuera realmente bueno, sería recordado como uno de los primeros de la historia (nunca está demás un poco de reconocimiento social). Además, he crecido con Internet, redes sociales, blogs… y como os he comentado en algún post anterior, todo este mundo me ha gustado desde siempre. Y al fin y al cabo, que buscamos las personas que nos queremos dedicar a la publicidad sino pura vocación, haciendo de lo que más nos gusta nuestro trabajo.

Como podéis ver, dejo demasiadas puertas abiertas, por eso, todavía no se por cual de ellas salir. Para cualquiera de ellas, se necesita una gran preparación, desde masters, postgrados o estudios especializados, hasta prácticas de empresa, experiencia laboral, etc. 

Por lo pronto, sé que me gusta trabajar en equipo, la empatía en el trabajo es primordial. Soy capaz de adaptarme a diferentes terrenos y disfruto con ello. Me considero flexible a la hora de intentar alcanzar una meta. Intento planificarme y organizarme lo mejor posible, sino me sería imposible tolerar el estrés, aunque también necesito mis momentos de descanso y desconexión (ya que considero el descanso una parte muy importante del trabajo, o por lo menos del buen trabajo). No he asumido nunca un liderazgo serio, pero no me importaría probarlo. Cuando escucho siempre intento sacar lo máximo posible de la conversación. La persuasión es, posiblemente, uno de los puntos que más me gusta llevar a cabo en publicidad. Soy un ser social, tanto en mi vida personal como en el trabajo, creo que compartir es volver a descubrir. Puedo aportar iniciativa, energía y auto-motivación. Aunque claro está, todo esto está por demostrar en el ámbito profesional de la vida real, más allá de un campus universitario, pero lo que sí que puedo garantizar es la ilusión y el compromiso. Y sobre todo, que estoy deseando ponerlo en práctica, terminar la carrera y zambullirme el gran mundo de la publicidad.

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